en el prado de un recuerdo;
en silencio siento que tus pensamientos vuelan
y sin embargo, por momentos,
me toman de la mano y me elevan con ellos.
por eso me gustas, por eso te quiero.
Indecisa, con dudas y certezas
incluso buscas en mí una respuesta
y así me gustas, callada,
serena y reservada,
nunca atino a saber si en mí piensas
o en los mil y un problemas;
y así te quiero.
Las tragedias te han tocado
y sin reparo enfrentaste las quimeras,
diste mucho más de lo que recibiste
y ni un día te quejas;
es eso lo que me gusta de ti,
entregada y valiente,
y eso me hace amarte más.
Te guardas el mundo que cargas
en tus hombros de porcelana arena,
nadie puede -o a nadie dejas-
cargar tus dilemas
y así te quiero, así me gustas,
así procuro estar para ti.
Aún hoy, cuando la calma te encuentra
y el tiempo por fin es tuyo,
aún hoy, que la vida te concede
el amor que te mereces;
aún hoy que aparecí en tu vida
determinado a sacarte sonrisas,
no te permites ser feliz
por los lastres de la costumbre,
y con más razón te quiero,
y más y más me gustas.
Eres joven, eres fuerte
y creciste cerrando tu corazón,
y así me gustas.
Eres producto de suspiros
en cada hombre que contigo cruza
y así te quiero.
Tienes miedo, aunque lo escondes,
no buscas dañar a nadie,
y así me gustas;
me alejas, renuncias a mí, a lo nuestro,
sabiendo que puede ser eterno,
y así te quiero.
Ya encontrarás mañana a uno -o muchos-
que te hagan sentir
lo que algún momento te di,
yo pasaré a tu olvido
y aún así me gustarás;
ya otros brazos te darán el cariño
que en mí no quisiste
y aunque triste y solitario
me quedaré feliz,
porque así -feliz- te quiero.
Plata.
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